Nuestro agradecimiento hacia Curro Díaz por atendernos de manera tan amable y permitirnos compartir con él unos momentos tan especiales para un torero como lo es un día de corrida. Pudimos disfrutar de una agradable tertulia hablando sobre diferentes aspectos taurinos, pero lo más interesante para nosotros fue conocer al hombre, a la persona, que de manera tan cercana nos dejaba adentrarnos en sus inquietudes, en sus miedos y en sus ilusiones. Esa tarde el maestro Curro Díaz deleitó a la afición de Córdoba de una faena sensacional, de esas faenas que salen de la inspiración y del buen gusto. Los APTC tuvimos un día doblemente afortunado, de un lado por tener el lujo de ser atendidos por tan admirado torero y por otro por verle cuajar un toro de la manera con que lo hizo.
Mucha suerte maestro y que ojalá le podamos seguir viendo muchas tardes de arte como la que nos hizo disfrutar en Córdoba.
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